miércoles, 28 de septiembre de 2011

Las comisiones bancarias suben y suben...

Todos somos conscientes que en estos últimos años las entidades financieras, sin distinción de apellidos (bancos, cajas y cooperativas) han elevado el cobro de comisiones a los clientes. Por todos los conceptos, sin excepción: mantenimiento de las cuentas, emisión de tarjetas, transferencias, reclamación de posiciones deudoras, cambio de moneda, etc.
En el fondo está la necesidad de mejorar rápidamente sus cuentas de resultados, muy deterioradas a consecuencia de, entre otros factores:
  • un aumento de la morosidad,
  • reducción del margen financiero por el mayor coste de captación de recursos, provocado por el cierre de los mercados internacionales de financiación mayorista,
En ese entorno, de manera unánime, los bancos y cajas han optado por cobrar por todos los conceptos. Ahí surgen las quejas y dudas de muchas personas que en el despacho nos preguntan si ¿son correctas las comisiones?, ¿no son excesivas?, ¿deben pagarse?, etc.  
Es por ello que debemos conocer que:
  1. Existe una libertad de precios, salvo para algunas operaciones con normas específicas (comisión de cancelación en hipotecas, la reciente aprobación de la Ley 16/2011 de crédito al consumo)
  2. Las comisiones deben responder a servicios efectivamente prestados, que el cliente haya solicitado y/o aceptado
  3. Deben recogerse en el contrato y/o folleto de tarifas que se registra en el Banco de España (en su circular 8/1990 indica que tiene que ser comprensible)
Si se cumplen los puntos 2 y 3 la comisión cobrada será correcta casi con toda seguridad, caso contrario podemos oponernos a su repercusión en nuestra cuenta.
Además, en el caso de las comisiones asociadas a contratos de duración indefinida (ej. cuenta corriente) pueden modificarse, al alza con una comunicación (por escrito se entiende) al cliente dos meses antes de su aplicación, a la baja (menos frecuente) inmediatamente pues es en beneficio del consumidor.
Lo mejor va a ser recordar y aplicar aquel lema del anuncio de mediados de los ochenta de un popular detergente: ¡busque, compare y si encuentra otro mejor cómprelo!
En esta época, de subidas indiscriminadas de las comisiones por servicios bancarios, aconsejamos que nuestra elección de entidad financiera se base en considerar cuál se adapta mejor a nuestras necesidades, dejando a un lado otros criterios como la proximidad, la afinidad hacia ciertas personas… y, sobre todo, la utilización de internet para nuestras operativas diarias más comunes (extractos, transferencias, devoluciones de recibos…), la diferencia en precio es destacable y el resultado es el mismo.

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